domingo, 7 de febrero de 2010

Stanley

Stanley nació en Denbigh, País de Gales, cuando su madre, Elizabeth Parry, tenía 19 años. Según su certificado de nacimiento era hijo ilegítimo y el estigma de la ilegitimidad supuso una pesada carga para él, durante toda su vida. Tuvo una infancia llena de maltratos y de lucha por su existencia, fue criado por su abuelo hasta la edad de cinco años. Cuando éste murió, vivió durante un corto periodo de tiempo con algunos primos y sobrinos maternos, pero poco después fue enviado a St. Asaph Union Workhouse, institución de acogida para pobres, donde el hacinamiento y la falta de control daban lugar a frecuentes abusos de los chicos mayores y de los rectores de la institución. Cuando tenía diez años, su madre y dos hermanos permanecieron durante un tiempo en esta institución, sin que Stanley supieran quienes eran, allí permaneció hasta los quince años, momento en que huye de la institución y marcha a su aldea natal, aquí completa una educación elemental, y colabora como ayudante de profesor en una escuela nacional.
En 1859, es contratado en el puerto de Liverpool, en el barco Windermeer, con rumbo a Nueva Orleans. En el barco también sufre una dura travesia, que le lleva a saltar a tierra en cuanto avistan Nueva Orleans, sin esperar a cobrar sus jornales pendientes.
En Nueva Orleans, tomó el apellido Stanley al ser adoptado por un comerciante norteamericano, participó en la Guerra Civil Americana. Al finalizar la guerra, comenzó su carrera como periodista, escribiendo como corresponsal desde el oeste americano, en 1868 acompañó como cronista a las tropas británicas a Abisinia, en la expedición que realizaban los ingleses contra Negus Teodoro, más tarde emprendió expediciones al Imperio Otomano, visitando Grecia, Esmirna, Beirut y Alejandría; también es enviado a España, donde presencia la guerra carlista y asiste a la caída de la reina Isabel II y aprende un perfecto español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario