miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lord Byron


El 22 de enero de 1788, nace, en la ciudad de Londres el que 10 años más tarde, un 21 de mayo, heredaría el título de barón Byron de Rochdale, convirtiéndose en el sexto de ese nombre, George Gordon, el poeta maldito por excelencia, un hombre increíblemente atractivo pese a arrastrar toda la vida el handicap de la deformidad de su pie izquierdo originado en el momento del parto debido a los escrúpulos pudibundos de su madre, la escocesa Catherine Gordon. Huérfano a temprana edad, de un padre guapo, libertino y sinvergüenza, Byron se encontró compartiendo su existencia con una mujer amargada, (a quien el marido había arruinado tanto moral como económicamente), y con la que le unía un complicado lazo de odio-afecto; no la soportaba por su carácter y huyó de su lado en cuanto pudo, mas lloró sinceramente su muerte, llamándola "la mejor amiga que tuviera en su vida", lo cual no deja de sorprendernos. Las influencias conjuntas que ejercieron la falta del padre y la presencia sobreprotectora de esa madre, avara, religiosa y muy severa que aunque se preocupaba por él no le escatimaba regañinas violentas en las que llegó hasta increparle llamándole "ese cojo bribón", tal vez contribuyeran, con el paso de los años, a convertirle en el Byron legado por la leyenda: el hombre que gozaba haciendo sufrir a las mujeres y que buscaba en la amistad de los hombres aquel compañerismo masculino, a todas luces idealizado, que nunca pudo hallar en un padre. Aparentemente cínico y cruel, disfrutó creándose una aureola demoníaca que más tenía de "pose" que no de verdadera realidad, pues cuando entró en Harrow, sus compañeros decían de él que era un buen chico, a good boy, y le tenían en sincera estima. A los 15 años se enamora apasionadamente de una vecina de 18, Mary Chaworth, que si es recordada al amor de Byron se lo debe. Amor que ella nunca compartiese, ya que el jovencito, gordo entonces, sólo le inspiraba desdén , habiendo llegado a decir de él en una confidencia, que Byron sorprendió: "¿supones que puedo llegar a sentir algo por ese muchacho cojo?" Luego de tal romance fracasado, su primer gran amor que le marcó de manera indeleble, Byron conoce a una hermanastra suya casada, hija de un anterior matrimonio de su padre, Augusta, de quien se enamora, siendo correspondido esta vez con tal intensidad y falta de prejuicios, que de la incestuosa relación nace una niña. Mientras lleva toda esta movida existencia, Byron mal estudia en el Trinity College, comenzando su labor poética que el 1 de noviembre de 1806, cristaliza en un libro llamado Piezas Fugitivas, iniciándose entonces lo que podríamos denominar su carrera literaria, que tantos éxitos le reportase. Pero en la vida de Lord Byron, en su época y hoy en día, lo que más destaca no es su faceta poética, con ser considerable, sino su propia existencia, por entero romántica y novelesca. En 1809, autor ya famoso debido a su libro, publicado en marzo de ese mismo año, Poetas ingleses y críticos escoceses, Byron embarca el 2 de julio rumbo, primero a Lisboa, luego a España, Gibraltar incluido, y Grecia. A este viaje no le impulsa sólo el conocido afán viajero de los ingleses, sino también el deseo de huir de una sociedad escandalizada que le rechaza con los más duros anatemas. Dos años más tarde regresa a Inglaterra en donde tendrá que afrontar la muerte de su madre, lo que le sume en una profunda crisis, no obstante continua con su vida disoluta, que todavía empeora más cuando conoce a lady Carolina Lamb en 1812. Carolina, casada con un joven político que con el tiempo se convertiría en primer ministro británico y mucho más tarde en consejero de la reina Victoria, era de temperamento apasionado e histérico, y con su exaltado amor por el poeta, se convirtió en una verdadera pesadilla. Fueron amantes, pero al final Byron, cansado de sus escenas, la rechazó, a lo que ella repuso escribiendo en venganza sus memorias, entre otros libros, en los que no dejaba muy bien parado al poeta. Después de este affaire, lord Byron, célebre como poeta, pero muy escaso de dinero, empieza a considerar la idea de un matrimonio de conveniencia con alguna rica heredera, costumbre normal de la época, y la encuentra en la persona de miss Annabella Milbanke. El 2 de enero de 1815, Byron contrae matrimonio con Annabella, y la unión nace con el bautismo de estas palabras, en cuanto los recién casados se encuentran a solas; él le dice a ella "te arrepentirás de haberte casado con el diablo". Conducta muy teatral que, no obstante, formaba parte de la personalidad del poeta. La unión fue un desastre ya presentido, ambos eran completamente diferentes y nunca debieran haberse casado. Nace una niña, la única hija legítima de Byron, pero el matrimonio se divorcia y nunca más vuelven a verse. Estamos en 1816, Byron abandona para siempre su patria y marcha a Europa, siendo Suiza el país en donde vivirá los primeros meses trasladándose luego a Milán y posteriormente a Venecia. A los dos días de instalarse en Lausana conoce a otro famoso compatriota, poeta como él e igualmente mal visto por la sociedad inglesa: Percy Shelley. Conocimiento que realiza Byron por medio de su última amante Claire Clairmont, hermanastra de la mujer de Shelley, Mary Godwin la que luego sería la famosa autora de Frankestein. La amistad de ambos poetas se hace firme e intensa y dura hasta el fallecimiento de Percy Shelley. Con Claire, Byron tiene otra hija, Allegra, que le es entregada por su madre y a la que, el poeta, recluye en un internado. En 1822, muere la niña con cuatro años y Shelley pocos meses más tarde, ahogado en el mar. Estas dos muertes seguidas le sumen en otra crisis profunda, lo cual no impide que tenga a una nueva amante, esposa insatisfecha, la condesa italiana Teresa Guiccioli. Un año más tarde embarca para Grecia, desembarazándose así elegantemente de la condesa, en donde se une, en un romántico arrebato, a la causa revolucionaria del príncipe Mavrocordatos, en Missolonghi. Esta etapa de su existencia, fue, tal vez la más feliz ya que podríamos decir que el poeta se sintió completamente realizado al encarnar un personaje que le era muy querido, el de héroe, y en este caso, fuera de toda ficción literaria. El 9 de abril de 1824, después de cabalgar bajo la lluvia, contrae un fuerte resfriado de resultas del cual muere 10 días más tarde, y no del constipado, sino a causa de las sangrías y purgantes a que lo someten sus médicos de cabecera, lo que le hace exclamar agonizante, y no sin ironía: "me han asesinado los doctores". Contaba 36 años, la edad en que morían todos los Byron, cuando dejó este mundo; se sentía cansado y viejo como quien ha vivido mucho, y así era en realidad. Dejó tras de sí una estela legendaria, tal vez demasiado exagerada en su lado negativo, pero conveniente en un hombre como él. Sin embargo, y pese a ello, hermano incestuoso, mal marido, padre descuidado, etc., también hubo los que le alabaron, como el mismo Shelley, quien siempre le defendió, y el propio Byron dejó bien patente con sus acciones, por ejemplo ir a luchar por Grecia, que era capaz de grandes y elevados ideales. A su muerte, Byron se convirtió en Europa en un mito, la devoción por el cual trascendió incluso a Norteamérica, ya que Edgar A. Poe, entre otros, le admiraba sin reservas, y es notoria la influencia del primero en el segundo. En Inglaterra, sin embargo, el rector de Westminster, impidió el que fuese sepultado en la abadía, y sus editores, por miedo al escándalo, destruyeron el manuscrito de sus memorias, privando con ello a la posteridad de un inestimable retrato personal escrito por el interesado. Diremos de las obras de Lord Byron, que destacan, entre otras Childe Harold, Giaour, La desposada de Abydos, Lara, El prisionero de Chillon, Manfred, y Don Juan. Como anécdota curiosa citaremos que en Catalunya, en Sant Miquel del Fay, existe una placa conmemorativa en la que se hallan grabados nombres de viajeros ilustres que pasaron por allí, y uno de ellos fue George Gordon, lord Byron.

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